sábado, mayo 26, 2007

AL HERMANO AUSENTE O FALTON SIN RAZÓN

P:. M:. Álvaro Ávila Vadillo

!H:.! ¿Qué es esto? ¿Eres Tú en verdad?, detente un instante entre Columnas, observa, ve a tus HH:., aún dudan de que seas Tú, eres el que tras larga ausencia vuelve a su Logia Madre. Dime, haciendo un examen de conciencia propia, sé franco: ¿Ha sido plenamente justificado el que no hayas concurrido y cumplido con tú deber de asistir a las Tenidas?

En torno tuyo las caras de tus HH:. se encuentran desapacibles, entre desconcertadas y contentas. Mira y verás lo que tu larga ausencia a propiciado. Encontrarás HH:. de tu misma Logia a los que no conoces; ni ellos te conocen a ti, ¿y cómo podrían sentir cariño y amor fraternal por quien involuntariamente se ha alejado de ellos? ¿Cómo puedes llamar HH:. a quiénes no aprecias ya que los has abandonado?, además, si tus faltas no han sido motivadas por causas poderosísimas, de otra manera no se justifican, ¿con qué razones les has de convencer de que sí eres un buen H:.?

Atentamente veamos las caras. Verás rostros sonrientes, son los HH:. que saben que sino hoy, quizás otro día hayas sido un buen H:. y disculpan tu falta por la alegría de verte nuevamente laborando como corresponde. También mirarás HH:. que te ven con enojo fraternal H:., porque todavía no te quieren perdonar, porque saben que tu error no sólo perjudica a tu Logia que esforzadamente sigue adelante a pesar de los obstáculos y a la cual no quieres prestarle tu contingente; no sólo a ella perjudicas, NO, sino que perjudicas a la Masonería Universal y por último, verás a tu alrededor rostros indiferentes, no les importa que vengas ó dejes de venir y estos son los HH:. que deben preocuparte seriamente, pues has dejado de conquistar su afecto; son los nuevos HH:. que no te conocen y a quiénes el día de mañana se habrán de confiar los destinos de la Masonería y a los cuales puede que les importe poco tu dolor o tu pesar, ya que no has podido demostrarles que eres un buen H:. de verdad y que sientes la Masonería, como todo buen Masón debe sentirla: Espiritual, Intelectual y Materialmente.

Es preciso, es necesario que cese esa tu actitud, tus HH:. mayores, que lo somos nosotros, tenemos la urgencia de que nos des el ejemplo concurriendo regularmente a todas las Tenidas cuando menos, pues, ¿cómo has de pedirnos después que concurramos si tú no lo haces? Cuan hermoso y divino don se nos ha concedido al darnos la LUZ y ya ves cuan poco lo apreciamos. Preferimos pasar nuestro tiempo en fruslerías, en pasatiempos baladíes en vez de procurar perfeccionarnos aprendiendo cada vez mas profundamente la Bellísima Filosofía de la Vida que nos enseña la Masonería y no sólo contentos con eso, tratamos de aniquilar a la Logia que nos ha dado acogida tan benigna y protectoramente y caemos en desmedidos errores e incurrimos en los más nefastos vicios como son la PEREZA, LA MALICIA, LA INJURIA, LA DEJADEZ Y EL PEOR DE TODOS, LA ESTULTICIA, que es el compendio de todos ellos y aún más.

¿Por qué cerrar los ojos a los visible? ¿Por qué ser insensible a lo palpable? ¿Por qué desentendernos de lo que es perfectamente comprensible? ¿No H:., en nuestra amada Logia no queremos; ni debemos tener simples PAGA-CUOTAS, no queremos ni debemos retener miembros INVISIBLES. No debemos ni queremos defender una ELITE de la ausencia y que son Masones sólo para ufanarse de ello sin tan siquiera contribuir con su visita semanaria.

Es tan poco venir a laborar y dar luz UNA SOLA VEZ POR SEMANA como mínimo, que los HH:. que asisten continuamente nos sentimos lastimados al ver tu falta de voluntad. Vemos cuan poco nos ayudas a combatir las fuerzas negativas que nos rodeaban antes de la Iniciación y que se van incrementando sin cesar ante la indiferencia de los HH:. como Tú y los que sentimos herido el corazón, tenemos mil muertes del alma.

Comprendemos que somos muy pocos para tan inmensa labor y aún así hay quienes voluntariamente se excluyen en el esfuerzo, ya sea por temor, o por conveniencia, en fin, por tantas causas injustificadas de las que juramos despojarnos solamente un día. Ese día que todos los HH:. tenemos al llegar como neófitos.

Si ahí, donde te encuentras, en este momento entre Columnas Q:. H:. te pidiéramos con la verdad en el alma y la sinceridad en los ojos que nos dieras solución a este problema de la falta de asistencia, a ti que has faltado continuamente y sin razón; ¿QUE NOS RESPONDERIAS?

Que borremos a los HH:. reglamentariamente, ¿Qué dirijamos Plancha tras Plancha eternamente y sin contestación?, Que visitemos a los HH:. en su domicilio y les hiciéramos ver una gran falta que él ya conoce? No HH:., no es así como se resuelve tan grave problema. No es haciendo reproches, ni forzando voluntades como hemos de salir avantes. No es dirigiendo frases más o menos duras, o alabanzas más o menos buenas. Nosotros los Masones no debemos desear más que honor y sabiduría y no es a golpes como se adquieren, ni bajo la influencia de ninguna clase, es como hemos de lograr asistencia.

¿Sabe cómo?, Sí, todos lo sabemos, es cumpliendo con nuestro deber, sin coacción de ninguna especie, sin dirección de nadie, ni de nada, sino con la convicción adquirida particularmente. Por nuestro propio convencimiento de que cumplir es lo mejor y más hermoso. ¿Habéis visitado algún laboratorio? ¿Si es así, ya lo sabéis?. Si no, sabedlo ahora: Toda fórmula química tiene innumerables períodos de transición más o menos largos, desde que se inicia hasta que termina el proceso químico; desde que se unen las materias iniciales no importa sean primas o compuestas, hasta que se llegan a obtener las síntesis o productos, se va elaborando paulatinamente y con el devenir del tiempo y la sabia dirección del que gobierna la gestación, se obtiene el fruto deseado.

Más eso no es todo. Siguiendo con la comparación vemos que al tomar uno, dos o más elementos, digamos simples, se obtiene el compuesto anhelado, pero siempre quedan detritus, sedimentos, lo que se llama la hez de aquellas substancias elementales que ahora forman un compuesto deseable, manufacturado por el acto volativo del que es su creador.

El gran Químico lo es el G:. A:. D:. U:., a la gloria del cual estamos perfeccionando continuamente y por último, los elementos simples o compuestos básicos imperfectos lo somos el material humano, que a su vez se compone o componemos infinitas partículas, sentimentales, instintivas e intelectuales, por lo que somos en mayor o menor grado puros y llegamos precisamente al motivo de mi charla improcedente y sencilla.

Los profanos son elementos desperdiciados sin siquiera someterlos a prueba y los HH:. los sujetos a ella. Algunos hay con mucho de bueno, otros con algo aprovechable y finalmente los que en definitiva podemos ser desechados por inservibles.

Al hacer la sublimación de los elementos primordiales, vemos que sin lugar a duda; en el crisol formidable y pavoroso de la Logia queda puro y brillante material sin tacha y sin mancha; pero también vemos con dolor que de otros materiales no nos queda más que humo y ceniza. Comprendemos que no es una luz fulgurosa si es instantánea, es preferible el material de una luz modesta pero perdurable. Lo ideal sería y es, una sustancia que una vez purificada, al recibir el SER y obtener la LUZ no sólo la esparciera en una sola dirección sino que el polarizarla, dirigiera sus rayos luminosos hacia todos los puntos cardinales. Que raro es encontrar material de tal calidad QQ:. HH:.

Ya veis Q:. H:., no es mucho lo que deseamos para estar contentos y satisfechos, claro no es posible exigir que todos seamos de material polarizado pero si anhelamos la dulce, modesta y benéfica luz perenne.

Los que asisten siempre, no desmayéis, concurramos siempre a buscar la ciencia y la virtud; concurramos pudiendo hacerlo y al no poder, hacer un esfuerzo sobrehumano y concurrir lo más frecuentemente posible, que por fin veremos cuan bello es ser un Masón Perfecto.

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