domingo, julio 17, 2005

El Determinismo

Por el: R:. H:. José Guzmán Estrada

Vall:. de Lima, 16 de abril del 2005 e:. v:.

El Determinismo es una tesis filosófica que se remonta a los presocráticos y que ya Sócrates (500 años antes de Cristo) la puso en ridículo.

A inicios de la Era Moderna aparecieron algunos filósofos deterministas que no tuvieron más suerte que publicar sus tesis y verlas desaparecer.

El Determinismo es una tesis filosófica que aparece entre los presocráticos y que básicamente proponía, como inicio, la negación del movimiento.

Negado éste, se puede negar toda pretensión de cambio, aun el interno pues este presupone siempre un antes y después.

Quien rebatió de una manera lógica y para siempre tal tesis fue como mencione anteriormente, el gran Sócrates.

Hacer un discurso verdaderamente lógico contra esta tesis no es dable, como lo dice el mismo Sócrates a través de sus dos grandes discípulos Platón y Aristóteles, que ni siquiera se toman ya ellos la molestia de rebatirlo, porque no valía la pena.

En efecto, a la luz de uno de los primeros principios de la lógica, el Determinismo pierde toda consistencia en sus mismas bases y es ridículo volver a afirmaciones tales que no valen la pena. En efecto este principio lógico es "Evidentia non est demostranda": Es imposible cualquier demostración de lo que es evidente.

Por eso lo ridiculizó Sócrates y sobre él ya no volvieron más a hablar los filósofos, ni siquiera los pensadores más mediocres. Cualquiera que quiera afirmar otra vez tal tesis reitera el viejo aforismo también filosófico "Contra principia negantem nihil est disputandum", no vale la pena discutir con alguien que niega los principios.

En resumen, lo evidente es indemostrable, porque tal es su naturaleza que su objetividad se imponen con la fuerza de la realidad a la inteligencia. De allí que lo evidente equivale a lo objetivo, a la realidad, al ser mismo de las cosas.

Tal vez un pensamiento tal podría ser sostenido idealmente, pero aun los filósofos idealistas no caen en un engendro intelectual absurdo.

El Cambio es el paso de un estado a otro. Cambio físico: El del movimiento físico, como ir de un lugar a otro o simplemente cambiar de lugar un objeto: Allì hay un cambio de lugar evidente, que no necesita de demostración: Porque se ve.

Cambio químico: Pasar de una forma molecular a otra: De lignito a carbón, al ser quemado.

Cambio extrínseco: El crecimiento: Es evidente que un joven con respecto a su niñez ha cambiado en estatura, peso, forma externa, aunque permanece siempre el mismo en su personalidad (he escrito y leo personalidad).

Cambio intrínseco: Maduración intelectual: El niño de 12 años no entiende aun las ideas universales, por eso no hay el curso de filosofía en primero de secundaria; en cambio el adolescente de 16 años es capaz ya de abrirse a los universales y manejar los principios lógicos y metafísicos... aunque para algunas personas esto es chino y nebulosa y jamás podrán (contra principia negantem nihil est disputandum).

Cambio intrínseco: Maduración moral: Un niño de cinco años no entiende todavìa lo que es falla moral, recién hacia los siete años comienza a entrever y juzgar lo bueno y lo malo.

Bajo este aspecto aun las leyes penales admiten el cambio de maduración moral, pues por ejemplo en nuestra legislación peruana, los actos ilícitos punibles son llamados "infracciones" cuando los cometen los adolescentes (12 a 18 años cumplidos) y le aplican sanciones sociales educativas, y son llamados "delitos" cuando los comete un mayor de 18 años y lo sancionan con penas más severas.

La Educación no es sino la formación para el crecimiento humanístico y cultural de la persona y está basada radicalmente en el presupuesto del cambio, de la maduración.

"Al árbol torcido nadie lo endereza". Claro allì no hay cambio... para mejor... pero sì para PEOR. Pero hay cambio... y si hay capacidad para una, hay también capacidad para el signo contrario. En efecto: La mayoría de los países están aboliendo la pena de muerte porque creen, y buenamente, que el hombre no es tan intrínsecamente perverso que al menos no pueda considerar, o vislumbrar que hay algo de malo en su conducta. Y quien se empeña en no querer cambiar (y uno de los inicios del mecanismo de defensa para permanecer en el mal es precisamente este "no existe el cambio" o "el hombre viejo no puede cambiar" o "al árbol torcido..", busca todos los elementos intelectuales para justificar su mal proceder).

Si el cambio fuera imposible no habría institutos de reeducación juvenil, institutos para curar a drogadictos, alcohólicos anónimos, psicólogos y psiquiatras para tratar los casos más espeluznantes de almas atormentadas por el inconsciente o por la maldad de sus conciencias.

Una especie de Determinismo, nació en la década del 70, llamado Psicologismo. No tuvo mayor éxito que el Iluminismo del siglo XVIII, el Historicismo del siglo XIX, el Cientismo del siglo XX... sencillamente porque todos esos "istmos" son de algunas maneras tributarios de algún determinismo: El conocimiento, la historia, la ciencia que afirmaban que son las coyunturas que determinan (eso DETERMINAN) la conducta del hombre y de su actuación personal y social. Tanto es así que los mismos psicólogos del behaviorismo yanqui (y ellos eran de alguna manera un poco deterministas) sacaron el chiste: Un troglodita le dice al otro: "Cuidado, no pises a ese ratón porque una consecuencia en cadena de tu acto causarían la muerte de John Kennedy". Y el troglodita lamentablemente pisó al ratón...

No queda más que decir que el determismo es una posición intelectual infantil, que se quedó en la fantasía de los sofistas y en la conveniencia de los flojos morales y que defenderlo en la actualidad... defenderlo?, habría que ser una mente brillantísima, capaz de encontrar la no evidencia (lo que es imposible) de lo objetivo, ser como una especie de un verdadero Einstein filósofo, es un..., perdonen la palabra, estupidez, tan estúpida como cerrar los ojos en plena luz del día y decir: "No veo, luego no existe el Sol".

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